En México, las micro, medianas y pequeñas empresas (MIPYMES) sobreviven sólo tres años en promedio, y la culpa se le achaca a la falta de capital, al nulo acceso al crédito, a la carencia de conocimientos y habilidades gerenciales y al casi totalmente ausente uso de los medios modernos de propaganda y promoción (redes, internet, etc.).
Para mi sorpresa, nada se dijo del mercado, de la demanda potencial y solvente de la producción de las MIPYMES, de la competencia que enfrentan ni de sus costos de producción. Parece un simple descuido, pero el hecho es que se dejó intocado el verdadero talón de Aquiles de las MIPYMES, porque no hay un solo ejemplo de país en el mundo que haya salido de la pobreza y del subdesarrollo mediante la enanización de sus empresas y de sus empresarios. Y no lo hay porque la tendencia del capital no es hacia el enanismo sino hacia el gigantismo de los monopolios y de los grandes corporativos.
Evidentemente, entonces, la salida contra la contaminación y contra la falta de crecimiento económico no es volver atrás, al estado primitivo de la humanidad, sino la sujeción de la economía mundial a un plan racional de división del trabajo, distribución de los recursos escasos, planificación de la población mundial y una producción ceñida a las necesidades realmente vitales e imprescindibles del hombre. ¿Podremos hacerlo? El ser humano, el “homo sapiens”, ¿será capaz de defender la sobrevivencia de su propia especie?
Claro! No basta con las empresas PYMES!!!
ResponderEliminarDefinitivamente con el exceso de apertura en varias áreas y aspectos, la sociedad se ha visto muy afectada...somos nuestros peores enemigos y se deben tomar modelos modernos pero con mucho orden para no perdernos en el camino.
ResponderEliminarHacen falta tomar medidas más profundas. ¡Seguiré leyendo!
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