La estrategia del gobierno federal, desde que llegó a Los Pinos, es para proteger la economía nacional de las crisis cíclicas originadas en Estados Unidos, es "crear escudos y amortiguadores"; lo anterior se debe a que aquél país es destino del 80% de las exportaciones mexicanas.
El estudio “Estadísticas de Exportaciones por Entidad Federativa 2007-2012”, presentado el año año parado el INEGI, sería una herramienta fundamental para mejorar y reforzar el diseño de la política exportadora de México; ese instrumento, según nos ayudaría a mejorar el diseño de la política de comercio exterior a nivel sectorial y territorial para la promocionar la plataforma exportadora”.
En la presentación del análisis del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) se reiteró que “más que una nueva política pública en materia de exportaciones se fortalecería.
Ello, agregó, mediante la consolidación de clusters, la identificación de los esquemas de valor en la operación de cadenas productivas y la optimización de las plataformas logísticas.
Además, de impulsar la facilitación de la movilidad de mercancías, del diseño de puertos y de la política de fomento para la integración de sectores industriales, el estudio, primero en su categoría a nivel mundial, también ubica las ramas de producción y el peso sectorial del sector exportador; además establece un esquema de incentivos para agregar valor a las cadenas. Es, según un instrumento que aporta mucha información para mejorar las estrategias que ya se tienen diseñadas.
El gobierno tiene dos estrategias para reducir la dependencia económica de México con Estados Unidos: la primera es profundizar y buscar otros mercados, a través de la firma formal que se hizo recientemente de la Alianza Pacífico y dar continuidad en las negociaciones del TPP, y la segunda es la estrategia para fortalecer el mercado interno, esto representaraía la alternativa de nuevos mercados para establecer un mayor esfuerzo de diversificación.
En los últimos 20 años, dicen muchos economistas, se ha logrado reducir la dependencia con Estados Unidos en cuatro puntos, al pasar por tantos tratados internacionales, pero una una buena idea sería ligarnos, económicamente como país, a regiones como la asiática y latinoamericana.
Entonces, sólo así, podríamos pensar o imaginar que nuestra economía podría comenzar a ser menos dependiente con el capital extranjero y mundial.